El mundo es una ciudad.

Por Federico Helman

Estratega en Marketing y Comunicación

La revolución constructiva está en marcha, de construir casas, edificios, barrios cerrados, ahora hay empresas constructoras que entregan ciudades llave en mano.

Estos casos no son recientes forman parte de un proceso evolutivo de concentración y de descentralización.

Un ejemplo que nos toca muy de cerca es Brasilia que planteó un nuevo paradigma. En la argentina de 1986 el ex presiente Alfonsín elevó un proyecto similar alentando mudar la Capital a Viedma.

Hoy en día existen alrededor de 30 MegaCiudades en el mundo habitadas por entre cuatro a diez millones de personas y la mitad de la población habita en zonas urbanas. Para 2015 habrá 60 ciudades aumentando a 600 millones de personas que las habiten. El número seguirá in crescendo año tras año. Actualmente un 13% de la población mundial vive en una Megaciudad y se calcula que para el 2050 un 70% vivirá en ellas o en mini ciudades satélites interconectadas para actuar en forma descentralizada, en nuestro caso como por ejemplo, Campana, Lujan, Lobos, Brandsen.

En la actualidad y casi imperceptiblemente en nuestro país se está construyendo una de las Megapolis más importantes del mundo: Rosario + GBA + Capital Federal + La Plata.

Según el censo de 2010, la población de la ciudad de Buenos Aires y del Gran Buenos Aires representan al 46% del país. Si a ese porcentaje le agregamos la población de Rosario y La Plata llegamos al 48% de la población nacional.

Para entender y observar este proceso de alta densidad poblacional, sirven a modo de ejemplo las imagines satelitales nocturnas que por captura de luminosidad determinan estas nuevas fronteras urbanas que están interconectadas y en permanente movilidad.

Una movilidad que sólo en la Ciudad de Buenos Aires donde viven 3.000.000 de personas ingresan y egresan diariamente otras 4.000.000 más. Esto supera a la suma de las poblaciones de varias provincias argentinas. Es un fenómeno de expansión y contracción nunca observado en nuestra sociedad y que seguirá en aumento.

Buenos Aires, como centro cultural de las Américas, está decidida a ser, no solo un ejemplo de arquitectura emblemática de dos siglos, sino también de diseño elegante a la hora de llevar adelante sus futuros planes urbanísticos. Cada año se invierten más de 25 millones de dólares en la promoción del diseño industrial, el urbanismo y las artes. La ciudad ha vivido un auge de la construcción desde la crisis económica de 2001 y sigue atrayendo a importantes empresas de ingeniería y software, creando además polos tecnológicos. Sin embargo los urbanistas deben resolver diversos problemas a medida que crece su población y el consumo, tales como el impacto ambiental, la movilidad, la distribución energética y la relación con el medio ambiente rivereño. Y como punto central de este análisis haremos foco en un recurso natural, tan escaso en tantas regiones y tan generoso para nuestra megaciudad.

Esta situación privilegiada tiene otro beneficio es “ventilado” por fuertes vientos del sur que contribuyen a lograr una urbe que está entre las menos contaminadas. Eludiendo los padecimientos que sufren otras metrópolis como Sao Paulo y el DF en México que se encuentran en pozos o depresiones del terreno que favorecen a una polución estacional. Pero este mérito que ostentamos nos es provisto por la naturaleza y de la misma manera que ella limpia el aire, actúa  en el rió pues cuando sopla del sudeste devuelve contra corriente, en la superficie del río, los vertidos retornando a la costa todo lo que en ella tiramos, si se lo ve como paradigmático también será bueno recurrir al olfato cuando la cosa empiece a oler a podrido. Cuando hablamos de sustentabilidad, la ciudad que le daba la espalda al río ahora la mira de reojo.

Aquí tres de los cuatro elementos de la naturaleza empiezan a estar comprometidos en un efecto envolvente. Tierra, aire y agua.

Las grandes sociedades y culturas que desaparecieron “misteriosamente” fueron retiradas de la historia por las mismas pestes que ellas produjeron. El punto de la salubridad no es menor.

La separación de la basura es tan sólo un principio básico de accionar sobre este problema que nos autogeneramos, pero el desagote cloacal y la correcta y estratégica forma de implementarlo hace a un cordón urbano que se extiende por más de 363 km. Y que impactará en más20 millones de ciudadanos.

Pues lo que Rosario bota en el agua se suma y viaja en la corriente hasta San Isidro, Quilmes. Esta contaminación en el río, en el acuífero, en los vertederos de basura y en el aire son envolventes.

Los beneficios y los problemas estructurales de las MegaCiudades empiezan a tomar proporciones y escalas monumentales. Pues en esto que señalamos estamos hablando de salubridad, ascepsia, dos aspectos básicos que hacen a la “higiene ambiental”. Y si algo debemos de tener presente es que muchas de las grandes civilizaciones que desaparecieron sin dejar rastros, sucumbieron por incapacidad en el tema de salubridad, y no guerras o desastres naturales.

Analizar cuáles son los desafíos y problemas de las zonas urbanas y de las MegaCiudades, cómo resolverlos en el futuro, o cómo usar e integrar la tecnología existente para un mejor y seguro desarrollo urbano son los grandes ejes que deberemos considerar al momento de plantear soluciones a problemas tan humanos como lo son las hábitats que ya hay en el planeta. Para que esto suceda resulta indispensable el apoyo mutuo de los sectores públicos y privados para lograr alianzas confiables, que fomenten la inversión y que sean eficientes y sostenibles. Procurando un enfoque en los objetivos antes mencionados, identificando temas y prioridades, conformando alianzas, y  cooperaciones estratégicas, fomentando la innovación, mirando al futuro hacia un desarrollo sostenible y un crecimiento constructivo de estos nuevos centros poblacionales. Debemos considerar en todas las condiciones y necesidades para una eficaz inversión pública-privada sumadas e integradas a una gestión Inteligente, no solo de su nueva estructura sino también a la histórica. Como el de la preservación del patrimonio cultural en la ciudades involucradas donde conviven arquitecturas coloniales y futurísticas.

De un punto a otro.

Otro aspecto a tener en cuenta es cómo será la movilidad del mañana.

El consumo energético es fundamental en la alta estrategia económica y también motivo de análisis sobre una eficiencia energética pertinente a centros urbanos y la consecuente integración regional permitiendo plantear posibles escenarios de crecimiento apoyados en un criterio sustentable desde la Arquitectura, la planificación y el ahorro del consumo de todo el abanico que involucra a vehículos, hogares, fábricas y oficinas.

Un dato indica que más del 70% del consumo energético se lo llevan los hogares y no las industrias.

En este momento, directa o indirectamente, las grandes urbes son responsables del 60% del consumo de agua potable, 75% del consumo energético y 80% de las emisiones de gases de efecto invernadero.

En consecuencia, serán las ciudades el campo en donde se determinará el éxito o fracaso de la lucha contra el cambio climático y la contaminación ambiental.

Las nuevas tecnologías pueden lograr reducir las emisiones totales de la ciudad en un 44%, y que el costo asociado se recuperaría en corto tiempo gracias al ahorro generado.
En definitiva, la palabra sostenibilidad termina siendo sinónimo de eficacia. Nos enfrentamos al desafío de sobrevivir y prosperar como un planeta urbano. En el que se estima para el 2050 el 75% migrará a ciudades. Esto implica, aproximadamente, unos 60 millones de nuevos vecinos en ciudades y áreas urbanas, esto representa a más de un millón cada semana.

Creemos que la tecnología por sí misma no puede generar un cambio sistémico y real porque, para transformar la forma en que el mundo trabaja, necesitamos tener una visión integral a corto, mediano y largo plazo. Y se debe actuar en la creación de una mentalidad trascendente, que involucre acciones diarias de la comunidad que apunten a mantener un estado ambiental de por sí frágil.

La ciudades exponen de por si una imagen contrastante entre la riqueza y la pobreza extrema, se trata de una frágil convivencia, donde el accionar sincronizado de los actores público y privados asumen compromisos que estén a la altura de las consecuencias. Que ya son por todos conocidas.

Los tiempos políticos son los que deben acelerar la marcha ya que en ellos también se encuentra una alta concentración del electorado, con lo cual no sólo se trata de una concentración económica.

Es vital conceder participación protagónica a los espacios verdes para producir oxígeno y tomar CO2; establecer fuentes de alimentos lo más cercanas posibles para evitar derroches de energía en su transporte; alentar vehículos energéticamente poco contaminantes; aprovechar energías renovables (solar, eólica, geotérmica) y de biogás utilizando los deshechos cloacales. (*)

Más allá del negocio inmobiliario.

El consumo en estos grandes centrales humanas nos lleva a considerar nuevos puntos de estudios, además de los sociológicos y de “marketing GPS” , pues por lo pronto cae el paradigma CAP - GBA . Esta denominación comienza a dejar de tener vigencia. Este nuevo circuito, además de estar super poblado de barrios cerrados con escuelas, universidades, mercados y centros deportivos que lo asemejan a localidades satélites, como sucede en Nordelta y desarrollos similares que los hacen megavecinales. Se el empiezan a sumar las chacras en ésta extensa superficie plana. Separadas por sutiles límites perimetrales. Pues las megaciudades no sólo crecen a lo alto sino a lo ancho.

Y las distancias aquí son generosas, de Rosario a la Plata hay 363.8 km - (Au. RN 9 de recorrido lineal). Y si lo llevamos tierra adentro unos 150 km nos encontramos con una superficie de más de 54.600km2

Los cambios de usos y costumbres que están motorizando esta nueva forma de habitar deben proyectarse a la hora de tener en cuenta aspectos como la logística y la sustentabilidad de un alto tránsito que chocan en el desarrollo de estos nuevos territorios caracterizados no sólo por un nuevo concepto de movilidad sino de teletrabajo. La tecnología y la interconectividad con áreas de acceso libre a WiFi son sólo una de las autopistas por las cuales circula este proceso.

Esta ubicación estratégica que ostenta el cordón se da en el marco de la costa Rio Platense y esto implica un alto agregado de polución en el ecosistema.

Sobre este nuevo mapa en el que se deberá circular, el río al momento, juega un rol pasivo a pesar de ser el 50% de la frontera. Pero el río tiene su propio protagonismo y requiere de un análisis sistémico. Pues tiene vida propia.

Agua que has de beber

Cuando hablamos de ríos hablamos de circulación y también de polución, son las arterias de la tierra y en ellas también hay congestionamientos y polución humana, que las eleva a zonas de alto riesgo si no se cuenta con tratamientos de saneamiento y canalización de aguas, materiales residuales, pozos y protección de costas.

El agua es determinante en esta posición, más si consideramos que por debajo de esta MegaCiudad se encuentra el acuífero Puelche, una extraordinaria reserva que tampoco vemos y que se extiende desde la provincia de Córdoba hasta la bahía de San Borombón.

Poseemos dos Mega extensiones de agua: una en la superficie y otra debajo de ella. Esto requiere de dos estudios diferentes y de consideraciones de la más alta estrategia aplicadas a la sustentabilidad.

El saneamiento y mantenimiento de los ríos y riachos no solo apunta na estos pequeños corredores que desembocan en el gran río mayor, sino que en ellos viajan impulsados por la corriente elementos que aumentan una toxicidad que impacta y decantan en la costa argentina. No es que al llegar a la desembocadura estos “mágicamente” se diluyen hacia el mar. Decantan y retornan hacia la costa.

Esto se produce por un efecto vinculado a la curvatura terrestre y por el sentido de la corriente hacia la desembocadura, hace a nuestra costa más propensa a la auto contaminación, que a la de nuestro vecino Uruguay.

En las imágenes satelitales, actualmente, se puede observar como la costa que va del Tigre a Quilmes tiene un borde negro producto de esta acción contaminante.

Esta acción es producto del tránsito de barcos y vertederos cloacales que hacen que un efecto tipo cascada recorra casi 500km de costa, si tomamos al puerto de Rosario como punto de partida.

La resurrección del riachuelo no es un milagro que apunta solamente a él mismo, sino a toda la costa sur y al acuífero que por debajo de el circula, ya que la contaminación se expande y circula tanto en la superficie, como decanta hasta la profundidad de su lecho para legar hasta al acuífero, es una cuestión física y gravitacional.

El vertedero cloacal y la basura, son otro de los actores centrales en este mapa ambiental acuoso, pues al igual que en el caso del riachuelo los basurales también decantan en el suelo penetrando al acuífero. Esta extraordinaria producción de basura toma cada vez mayor protagonismo debido a su crecimiento exponencial relacionado al aumento de los habitantes de la MegaCiudad.

Según datos del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (GCABA), en la Capital Federal se generan diariamente 4.000 toneladas de residuos, algo así com 1.33kg por habitante,  ocasionando graves problemas de logística en la recolección y la deposición final.

Bipolaridad social

Naturalmente las megaciudades en los países emergentes presentan marcadas dicotomías, Brasilia nempieza a padecerlo, ya en su periferia nacen los asentamientos precarios.

Las ciudades desde la época de las murallas son una fuerte polarización entre pobreza y riqueza, una profunda carencia de oportunidades laborales y educativas, y una riesgosa falta de infraestructura básica, como por ejemplo el acceso al agua potable y redes cloacales, de la cual grandes cantidades se consumen innecesariamente en el lavado de veredas, cuando el 50% de la población mundial tiene serios problemas a fuentes seguras de suministro.

En la Argentina, aproximadamente, el stock edilicio utiliza más del 34 % de la demanda energética y genera más del 24 % de los gases de efecto invernadero (GEI).

Hoy existen alternativas de conversión de espacios muertos en jardines verticales o en terrazas, generando nuevas formas de crear espacios verdes que están al alcance de todos.

Contamos con sistemas constructivos alternativos al tradicional, que logran una mayor eficacia no sólo en tiempos de obra sino también en contraprestación como es la construcción en seco, la cual obtiene altos estándares de calidad acústica, de protección contra el fuego y al ahorro energético. Un reciente estudio del Centro de Investigación y Desarrollo en Construcciones del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), cuantificó en 43% el ahorro en calefacción que se logra al aislar térmicamente los edificios. Si a esto se suma la aplicación de doble vidriado hermético en las carpinterías, el ahorro trepa al 50%.

Haced lo que yo digo y hago.

La realidad que nos atraviesa y que convive con nosotros en nuestra MegaCiudad impacta en todos los ciudadanos, las soluciones sólo pueden alcanzarse de forma conjunta, hace falta dar el salto a una planificación interjurisdiccional entre los diferentes actores involucrados, políticos, empresas, actores sociales y ciudadanía.

El problema inmediato es encontrar la fórmula de pasar del discurso del desarrollo sustentable a la acción, pasar del dicho al hecho implica estacionar definitivamente la polémica que tanto nos distrae y atender problemas que rondan el futuro. La preservación del medio ambiente en espacios de alta densidad, requiere de un rediseño no sólo estético sino estructural. Considerando al medio ambiente como un socio activo y partícipe de nuestro transcurrir, el nos completa y nos complementa, nos provee de recursos con legendaria generosidad y está expectante a que nosotros sepamos acudir a él con inteligencia y reciprocidad, como buenos vecinos de ese medio ambiente que nos complementa en un 100%. Allí reside la base del accionar de un grupo humano que se precie de civilizado.

(*) Un dato no tan surrealista: al cuerpo humano le asignamos una gran inteligencia en su concepción así como en su funcionalidad, es lógico reconocerle a nuestro cuerpo el don de la productividad. Él fabrica un producto todos que diariamente se va por las cañerías, la materia fecal es producto de una selección de aquello que es descartable para el organismo y puede poseer un valor residual que nosotros aún no hemos detectado. Dentro de sus teorías Salvador Dalí asignaba una gran importancia al excremento humano, ya que según bien indicaba se trata de la única materia que produce nuestro organismo.

Referencias:

Instituto Nacional de Agua

www.cooperativaobrera.coop/circulo-de-consumidores/2010/04/disertacion-sobre-acuifero-puelches-y-pampeano

www.moglik.com/foro/animales-plantas/contaminacion-del-acuifero-puelche/

Cuencas de la Región Metropolitana de Buenos Aires

PLANEAMIENTO URBANO:

MARCO PARA LA GESTIÓN DEL RIESGO POBLACIONAL EN CUENCA

Ana Carolina Herrero y Víctor Leonardo Fernández 
Área Ecología Urbana - Universidad Nacional de General Sarmiento.